En el vecino país murieron 1.262 personas por Covid-19 en el último día. Ya son 31.199 los muertos en Brasil desde que comenzó la pandemia.
Expertos en salud pública advirtieron que Brasil, el segundo país con más contagios y el cuarto con más muertes por coronavirus, empezó “tarde” a combatir la pandemia pero todavía tiene “tiempo para mitigar los peores efectos de la crisis”.
Mientras tanto, el país acumulaba más de 555.000 casos y de 31.000 muertes por la enfermedad, y la ciudad de Río de Janeiro -una de las más afectadas por el virus- inició una reapertura parcial de sus actividades económicas y sociales.
“Empezaron tarde pero todvía hay tiempo para mitigar los peores efectos de la crisis”, dijo un grupo de científicos del Observatorio Latinoamericano de políticas públicas para contener el Covid-19 de la Universidad de Miami.
Los expertos recomendaron a los gobernadores brasileños que actúen para evitar una “explosión” de la pandemia, que, de producirse, tendría consecuencias para toda la región.
Además, sostuvieron que el gobierno del presidente Jair Bolsonaro perdió “un tiempo valioso” e hizo “muy poco” para contener la propagación del virus al oponerse “activamente” a declarar cuarentena y tomar otras medidas preventivas.
Brasil contabilizaba 555.383 casos confirmados de coronavirus (28.936 en las últimas 24 horas) y 31.199 muertes por la enfermedad (1.262 nuevas, récord), informó esta noche el Ministerio de Salud.
Con esas cifras, Brasil se suma a otros tres países que superaron los 30.000 muertos, Estados Unidos, Gran Bretaña e Italia.
“Lamento todos los muertos, pero es el destino que tiene todo el mundo”, dijo Bolsonaro esta mañana al hablar en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, con un seguidor, en una transmisión oficial hecha por Facebook.
El mandatario volvió a defender el uso de cloroquina, la sustancia que el Ministerio de Salud autorizó a ser ofrecida a pacientes en cualquier estado de la enfermedad que es desaconsejada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El gobierno informó este fin de semana que había recibido dos millones de dosis de hidroxicloroquina procedentes de Estados Unidos y anunció que las distribuiría entre pacientes de coroanvirus y trabajadores de la salud.
Paralelamente, la ciudad de Río de Janeiro inició una reapertura gradual de sus actividades económicas a la que la agencia de noticias EFE describió como “confusa”, con “decretos encontrados entre las distintas autoridades de la región y fallos judiciales que limitaron el alcance de la medida”.
El alcalde, el pastor evangélico Marcelo Crivella, habilitó concesionarios de automóviles, mueblerías e iglesias, y autorizó a las personas a realizar ejercicios físicos al aire libre y bañarse en el mar, pero no permanecer en las playas.
Sin embargo, la justicia local ratificó ayer que seguía prohibida la celebración presencial de cultos religiosos y el gobernador Wilson Witzel prorrogó hasta el viernes las restricciones a la circulación de personas en todo el estado Río de Janeiro.
Por otra parte, el Ministerio Público Federal se pronunció a favor de que se investigue el destino de la ayuda financiera y en insumos realizada por el gobierno federal a instituciones bancarias, personas físicas y estados y municipios, administradores de los hospitales.